viernes, 17 de agosto de 2018

Los misterios de la Montaña de Santa Barbara de Orta

Hablar de Orta (Horta de San Juan) y su montaña de Santa Barbara es hablar de leyendas y misterios. Fueron las montañas sagradas de los íberos. La Montaña de Santa Barbara esta a los pies de Montsagre, nombrado en la ora maritima de Avieno.



Las montañas de los griegos eran las moradas de los dioses. La Tierra paría en sus montañas a los dioses, como la montaña de Santa Barbara paría a dragones.

En este recóndito lugar de la montaña según la tradición moraba un dragón.


Esta ermita se encuentra delante la puerta de una pequeña cueva, recibe el nombre de ermita de Santa Pau, porque según la tradición cristiana se retiraba a orar San Salvador de Orta y donde tenía apariciones de la Virgen María acompañada de Sant Pau.


Esta ermita se halla alineada con el convento de San Salvador, la ermita de San Onofre y la ermita de Santa Barbara.


Están alineadas con la salida del sol en los equinoccios de primavera y otoño. Esta alineación no puede ser casual y la única explicación es que el convento de San Salvador y las ermitas de San Onofre y Santa Barbara se construyeron a partir de la alineación de la cueva de la ermita de San Pau y el recorrido del Sol en los equinocios.

Como dijimos estas montañas debían ser sagradas por los íberos y desde esta ermita vemos perfectamente el despoblado de San Antonio de Calaceite.


Hoy en día la cueva y la ermita forman parte de la estación sismica IGN del Instituto Geografico Nacional con el nombre de ERTA



Los orígenes de todo lo que es acualmente la Montaña de Santa Barbara lo hemos de buscar en esta recóndita cueva. Luego con la llegada de los cristianos, se construyo el convento, las otras ermitas: Con la llegada de los franciscanos al convento en el reinado de Carlos I y la estancia en él de San Salvador de Orta, se rompió definitivamente con la tradición templaria del lugar.

De las biografías de San Salvador de Orta, nos quedan leyendas que se remontan a tiempos más remotos, en que nos hablan de oraculos y de vírgenes templarias.

De estas leyendas la que más me gusta es la de una mujer de Lerida, ciudad en que también había una iglesia dedicada a Santa María de Orta. hoy desaparecida y que aparece en la parte inferior derecha de la imagén.


Lerida formaba parte de una red de pueblos y lugares con iglesias, monasterios, ermitas dedicadas a Santa María de Orta.

Esta señora de Lerida era una jugadora empedernida de cartas y Dios la castigo por este motivo a no tener desendencía.



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