Demostraron ser un ejercito preparado para luchar a cientos de kilómetros lejos de su tierra, en concreto en la isla de Sicilia, pero este ejercito terminó luchando entre ellos y destruyéndose. Hablamos de la batalla de Siracusa.
Esparta apoyó a Siracusa en su lucha contra Atenas, quedando completamente destrozado el ejécito ateniense. Atenas ya no fue nunca la ciudad que fue antes del desastre de Siracusa. Tampoco le sirvió de muchoa Esparta el haber derrotado a Atenas. En el año 371 a.C en la batalla de Leuctra Esparta fue vencida, lo que supuso el comienzo de la hegemonía tebana y el comienzo del fin de la influencia política de Esparta.
Esta derrota condujo a que nuestras tierras se les cortara el vínculo que mantenían con las griegas. Como hemos visto en Sicilia, en Cataluña debieron implantar el mismo esquema de ciudades estados vinculadas a otras ciudad estado griega.
En la Iliada de Homero, escita según muchos autores sobre el siglo VIII a.C., se nombran una serie de ciudades entre ellas Girtona, Orta, Elona. Vemos que sin gran esfuerzo las podríamos identificar con Girona, Horta de San Juan y Barcelona; con ello no queremos decir que esta ciudades catalanas participaron en la Iliada. De las ciudades catalanas con un nombre de origen griego, las podríamos incluso clasificar entre las que podrían haber sido fundadas por Atenienses y Espartanos. Orta quedaría dentro del gurpo de Esparta, vemos claramente que el final coincide y podría ser Esparta formada por la union de Espa y Orta.
Desde el despoblado de San Antonio (Calaceite), al fondo Orta y Montsagre
Los griegos era un pueblo infantil en cuanto a sus creencias, los espartanos giraban su vida social en torno a héroes, dioses, artemisas, adivinos, supersticiones y el oráculo de Delfos. Su religión era un gran cuento de hadas en el que ellos también formaban parte.
Los espartanos solo ponían el nombre del fallecido en la tumbas de las mujeres que morían al dar de luz y a los soldados que morían en la guerra. Era un pueblo muy religioso y veneraba culto a sus héroes de guerra, tenía una diosa llamada Ortia, de origen antiquísimo, de la que poco se sabe. La combinación de Ortia y Artemisa se convirtió en un objeto de veneración particular de los espartanos.
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