Cuando el hombre de Altamira pintaba bisontes, el de Orta esculpia estrellas de ocho puntas y flechas. Desde sus orígenes el hombre siempre ha intentado plasmar lo que más ama, desde bisontes a venus, estas últimas convertidas ahora en Vírgenes.
Estas estrellas de ocho puntas representan la salida del Sol entre las rocas de la cumbre de la montaña de Santa Barbara.
Desde el mundo oficial, controlado por la iglesia católica, se nos ha intentado hacer creer que son marcas de cantero de los constructores del convento de Orta, pero las encontramos en otros lugares de la población y lejos del convento de Orta.
Se trataría de una creencia muy antigua que se pierde en los orígenes de los tiempo, y su valor para aquellos hombres, sería como es actualmente la cruz para los cristianos ó la media luna para los moros.
El cristianismo intento adaptar estas creencias de la estrella de ocho puntas con dos Santa Marías, pasadas luego a Nuestras Señoras, que fueron las de Orta y la Estrella de Tortosa, pero ya no pasaron de aquí y fueron sustituidas por la Virgen de los Angeles y la de la Cinta.
No obstante la simbología de la estrella de ocho puntas continuó en el convento de Orta en la época franciscana con la cúpula octogonal de la capilla de San Salvador de Orta.
El Sol sale por entre las dos piedras de la montaña de Santa Barbara los días 21 de Abril y 21 de Agosto, según estudios realizados por el historiador e investigador Miguel Giribets. La población de Orta celebra unas fiestas en Abril, que son el primer domingo luego del día 21 de Abril y en el que la iglesia saca en procesión por las calles de la población la Santa Custodia, sin duda un símbolo solar. Como el Sol que encontramos en una de las llaves de bóveda de la iglesia de la población.
Este símbolo no es solo representativo de la población de Orta, lo encontramos en la población navarra de Estella y en las banderas Navarra y de Euskadi. Si a esto le unimos la peregrinación de Vascos y Navarros a Orta, según leemos en las leyendas escritas en las biografías de San Salvador de Orta, podemos pensar que estos símbolos de la nación Vasca tienen su origen en la estrella que forma el Sol al salir los días 21 de abril y agosto por la montaña de Santa Barbara y visto desde el convento de Orta.
No olvidemos que Orta fue territorio de Alfonoso I el Batallador, rey de Navarra, en el año 1132, y que seguramente en tiempos prehistóricos todo el Valle del Ebro configuraba una sola región cultural y política, que fue reduciéndose a la cabecera del río por invasiones de otros pueblos del Mediterráneo.
Por último quiero detenerme en la población navarra de Estella, porque en el año 1270 hay referencias a un convento llamado Santa María de Orta, citado en el testamento de Teobaldo II, hoy en día se le conoce también con el nombre de Convento de San Benito.
La estrella de ocho puntas de Estella es muy importante para comprender su significado. El pueblo de Estella esta situado en el Camino de Santiago y nos señalaría la dirección de este siguiendo al Sol. Santiago de Compostela (42º 40' 00" N) y Estella (42º 53' 00" N) se encuentran casi a la misma latitud.
Los vikingos fue un pueblo que domino el arte de navegar y de la orientación con el Sol, los templarios heredaron este saber, y más leyenda que realidad, nos hablan de la llegada de estos a America y también de estrellas de ocho puntas.
Si penetramos en el mundo clásico y nos vamos a la Atenas, encontramos uno de los monumentos más extraños construidos y que tiene forma octogonal, como las columnas que sostienen la iglesia templaria del convento de Orta.
Se trataría de la Torre de los Vientos ó Reloj de Andrónico que fue erigida en el centro de Atenas hace más de 2.000 años, podría considerarse un antecedente a un campanario medieval o una torre del reloj.
La estrella de ocho puntas ó la rosa de los vientos, son los ocho rayos del Sol, que nos dan los ocho vientos.
La simbología del ocho
No debemos olvidar que el número ocho tiene una amplia significación en el sentido simbólico y esotérico. Si colocamos el número ocho en posición horizontal obtenemos el símbolo del infinito, una representación de la unión entre Dios y el Hombre. El símbolo del infinito se asocia al del Ouroboros, la serpiente mordiéndose la cola, acompañando siempre a los temas de Alquimia, reiterando la naturaleza cíclica de las cosas.
En el oriente el ocho se asocia a los ocho pétalos de la Flor de Loto, EL CULTO A ISIS y los ocho brazos del Visnú. En el simbolismo de la naturaleza anatómica el ocho se asocia con la vagina, es decir, con la “puerta” por la que una nueva vida entra en el mundo.
En el Cristianismo el número ocho y su representación geométrica octagonal se asocia a la resurrección, por ello aparece como forma de la planta del Santo Sepulcro. Infinidad de pilas bautismales estaban diseñadas en forma de octágono, o bien la planta del recinto de los baptisterios se hacia de esa forma.
En Numerología, este número esta relacionado con el karma, con la Ley de la Causa y el Efecto, que nos dice: “A toda acción corresponde una reacción en el mismo sentido y en la misma intensidad”. Con claridad indica que “se recoge lo que se siembra”.
El ocho es un símbolo utilizado en muchas religiones y creencias espirituales. La estrella de ocho puntas que obtenemos de un octógono representa a un sol radiante, símbolo de los Templarios Iniciados, Los Hijos del Sol del Secretum Templi, por lo que nos recuerda el culto solar en numerosas culturas de todo el planeta. Esta estrella está asociada a las diosas Inanna, Astarté e Ishtar (Venus), y especialmente a Isis y que han sido interpretadas posteriormente como vírgenes negras (Isis=Maria magdalena), que a su vez se asociara con los caballeros templarios y su Apóstol de Apóstoles y lidere espiritual, la Santa Magdalena.
Los Templarios usaron la forma octagonal reiterativamente. Para ellos representa la Senda del Retorno hacia la Madre Tierra – Virgen Eterna del Universo. Lugar del encuentro de la naturaleza y sus reinos, con la esencia divina que todo lo penetra; unidad de lo terrestre con lo celeste.